miércoles, 26 de diciembre de 2012

Que nunca nos falte


Con esta introducción, mi querido amigo Alberto nos envió este mensaje que me encanto para compartir con ustedes!

Os deseo una Feliz Navidad, que la ternura tenga sitio en la mesa, que en el menú del alma haya sitio para los otros, que recordemos a quienes nos faltan con la alegría con la que vivieron y que nos deseemos mejores y mejorables como augura ese hermoso duende del Caribe.


QUE NUNCA NOS FALTE
            Alberto Montoya

Amada, que no falte ese aliento,
ese instante en la alterada tarde
cuando el viento mece las nubes
y abre ventanas en el cielo.

Que no nos falte ese árbol, esa fruta
invitando a puertas prohibidas,
ese error en el camino, esa conjura
 espantando fantasmas, dramas y huidas.

Que no nos falte el clamor de una ola,
la espuma bañándonos los pies desnudos,
la mar brava rompiendo sobre las rocas,
un horizonte inesperado, un alud de suspiros.

Que no nos falte un trozo de mesa, un techo,
un vaso y la sed de la noche oscura
llenando la boca de preguntas y hambre,
trayendo el universo a nuestros pechos.

Que nunca falte tiempo al tiempo
para obligar a detenerse a los relojes,
para escuchar las alas de las cigüeñas
colmando de comienzos los corazones.

Que nunca falten razones, amada mía
para abrir de par en par la luz de la mañana,
para decirnos 'te quiero', con toda el alma
en el café primero con que comienza el día.

25 de Diciembre de 2012

miércoles, 7 de noviembre de 2012

La madre

VICTOR HUGO.
Partio el pan en dos trozos y diolos a sus hijos,
que comieron con avidez.

"No guardó nada para ella", refunfuñó el Sargento.

"Porque no tiene hambre", dijo el Soldado.

"Porque es una Madre" dijo el Sargento.

VICTOR HUGO.
Partio el pan en dos trozos y diolos a sus hijos,
que comieron con avidez.

"No guardó nada para ella", refunfuñó el Sargento.

"Porque no tiene hambre", dijo el Soldado.

"Porque es una Madre" dijo el Sargento.


 

La pobreza tiene alma de Guasinton

De mi entrañable amigo, Hernando Calvo Ospina



Niño y perro en la calle

Al cruzar la calle luchaba hasta con la mediana brisa, que en las ardientes tardes bajaba de la montaña, para que no lo tirara al piso y lo arrastrara. La búsqueda de desperdicios en el basurero que se amontonaba en una esquina, dos cuadras abajo, la realizaba en la mañana. Nunca se le vio pelear un hueso con otro perro o rata. 

Iba y regresaba con su caminadito típico: como que de medio lado, como que arrastrando las patas, cabizbajo, las orejas caídas y como sin apuros. Ni lo recuperado en el basurero, ni las sobras que le daban en su casa eran suficientes para engordarlo, pues el costillar le resaltaba por encima de sus pelos grisáceos. Mudo, discreto o falto de fuerzas, lo cierto es que no recuerdo haberlo escuchado ladrar. Nadie sabía su edad y menos quienes eran sus padres.

Un día se apareció con su caminado de vaivén, surcando la calle de tierra pura, en mi viejo y humilde barrio de Cali, al suroccidente de Colombia. No le importó que estuviéramos jugando fútbol. Nosotros, al ver la terrible indiferencia del forastero ante la vida, detuvimos el balón para que pasara. No se supo por qué, pero entró sin pedir permiso a esa casucha de tablillas que quedaba en frente de mi casa, la cual tenía un solo espacio que servía de comedor, dormitorio y cocina. Se fue directo a meterse debajo de una de las tres camas y se echó a dormir. Ante la osadía, los dueños ni se atrevieron a protestar. Prefirieron adoptarlo. Unas horas después, cuando salió a la puerta, los demás perros vinieron a olfatearlo y fue aceptado. Para nosotros un perro más no era molestia.

Luego vino la gran discusión: cómo llamarlo. Y con las informaciones en la radio llegó el nombre. El corrillo de niños decidió que se titulara Guasinton. Ninguno perdió saliva tratando de corregir la pronunciación, porque a todos nos sonaba guasinton y no Washington.

A pesar de su deplorable aspecto, que incluía principios de sarna en las orejas y el rabo, Guasinton era la admiración de nosotros. Durante varios días, cuando en las tardes regresábamos de la escuela, nos reuníamos para burlarnos de su aspecto y escasa vitalidad. Un ventarrón se llevaba como hoja seca al enclenque; varias veces quedó inmovilizado en los pantaneros que la lluvia formaba en la calle, y ahí llegábamos nosotros a servirle de grúa. Pero Guasinton tenía una particularidad admirable.

De las cuarenta casas y casuchas que debían existir en las dos cuadras del vecindario, por lo menos en treinta se compartían los modestos alimentos con perros, perras, gatos y gatas. Cuando una de esas hembras de ladrido entraba en calor y le daba por buscar novio, la calle se ponía en efervescencia. Era un espectáculo ver a diez o quince perros cercando y montando a la perra por cualquier lado. Ante tanto asedio ella se tiraba al piso y empezaba lanzar dentelladas, pero ni así la dejaban tranquila. Y llegaban las trifulcas entre los perros, creyendo que el más fuerte sería aceptado para un breve romance. Los aliados no existían, era una disputa de todos contra todos.

Guasinton prefería detallar la escena desde una prudente distancia. Justo en el momento en que la guerra intercanina estaba en su tope, Guasinton se acercaba a la perra, la olía, la lambía, y ella como hipnotizada se levantaba y salía atrás de ese desgarbado elegido. Los luchadores se daban cuenta y se precipitaban en medio de ladridos tras la perra, empujando y hasta mordiendo al inmutable Guasinton.

Demasiado tarde. Si el dueño de la perra no se interponía, en medio de las dificultades de la guerra establecida, Guasinton la hacía entrar a la casucha. Los propietarios se encargaban de cerrar el paso a los demás rabiosos y excitados pretendientes. Guasinton llevaba a la enamorada directamente al viejo plato metálico donde le servían los restos de comida, ofreciéndole lo poco que quedaba, y que ella acababa en dos lambidas. Con la tranquilidad asegurada, ella entraba en el juego amoroso de Guasinton, bajo la sombra de un árbol de mango. Ahí comprobaba lo que muchas perras del vecindario comentaban: sin ser preñador, era el mejor amante.

Cuando me preguntan sobre mí niñez y mi barrio, cuento de su alegría, del vecindario solidario, de su pobreza, y de Guasinton.

miércoles, 29 de agosto de 2012

El verde de tus ojos en mi danza…


Betty Santos
 

Tus ojos, dos verdes bofetadas
como alas de cuervo las pestañas
la sonrisa, una certera lanza
una acuarela verdeazul, en la mirada

Aun siento el fuego, como hoguera,
devorando, quemando las entrañas
cuando tu barco ancló en mi puerto
desatando las velas de mis ansias.

Con el lienzo mi desnudez cubriste
tus manos en mis piernas enredadas
la furia de las olas embestían
un nuevo amanecer en tu mirada.

Hay huellas de tu paso en mi cintura
una fiebre de nieve en mis montañas
jardines y farolas en mis ojos
y mis labios, no sé si son tus labios..

Ya no sé si llegaste o si no fuiste...
bajo la lluvia tenaz de tu mirada
tu recuerdo recorre laberintos
y solo veo alejarse tus pisadas..

Ven, regálame el verde de tus ojos:
más allá de ese mar, no existe nada..

Poeta cubana

miércoles, 1 de agosto de 2012

Lorca



de Ricardo Luis Plaul



Te sabían pensante,
Te sabían diferente,
Te sabían de izquierdas,
Te creyeron muerto al acribillarte,

No te sabían.

Creyeron matar tu poesía,
No te sabían.
porque en tus venas
corría pueblo,
porque en tus ojos
vivía todo el cielo,
porque cuando los cerraste
cada poeta supo
amasar tu eternidad.

Ricardo Plaul- 31/07/2012

Silvio Rodríguez: Otro intercambio con Gabriela

Este es un blog de poesía... y como para mí la poesía también se llama Silvio Rodríguez, les comparto esta entrevista que publica el Poeta, en su blog Segunda Cita:



Esta no es mejor pero es mía y en Cojímar...
Una vez estuve en casa del excelente escritor argentino Gregorio Selser, cuando él vivía en México, exiliado. Gregorio era un hombre muy sencillo, ni alto ni fornido, pero de un antiimperialismo vigoroso. Escribió libros imprescindibles como “Sandino, general de hombres libres”, “El pequeño ejército loco”, y una “Cronología de las intervenciones extranjeras en América Latina”, que se publicó póstumamente.

Aquella única vez que entré a su mínimo departamento del DF, choqué con una niña que estaba en el suelo, armada de tijeras y goma de pegar. Era su hija Gabriela, que gustaba de recortar revistas y armar escenas de su imaginación con pedacitos de colores. Entre sus trabajos, uno mostraba una isla paradisíaca sobre la que brillaba un sol generoso. En cuanto lo vi, me dije: está isla es Cuba, después de mi canción.

Era que yo acababa de escribir Rabo de Nube y ya estaba pensando que sería el título de un disco, y  por lo tanto buscando cómo representar lo que quería decir.


Aquella misma tarde le propuse a Gabriela que me hiciera un collage parecido al que ya tenía, pero con un tornado de rayos y truenos barriendo el territorio. Aquella propuesta resulto ser después la portada de mi disco, y el dibujo de la isla ideal, que ya estaba hecho, ella me lo cedió como contraportada.

En 1980 volví a encontrarme con Gabriela, esta vez en Managua (Nicaragua), donde resultó que hizo familia y se quedó a vivir. Gabriela, como su padre y hermanas, es periodista. Hace unos días  me escribió para pedirme que le contestara unas preguntas. Le mandé mis respuestas y me dijo que le habían gustado. Hoy las veo publicadas, con una edición –seguramente por razones espacio–, que no me convenció del todo.


La entrevista salió titulada: Silvio Rodríguez: canto por la justicia social. Pero a continuación la tienen como era hace una semana, cuando acabé de contestarla.

1.Este sábado la Nueva trova cumplirá 40 años. Según como se mire, pueden ser muchos o pocos, aunque es de imaginar que para la cultura y la revolución cubana este aniversario no es poca cosa. ¿Qué impacto tuvo este movimiento de trovadores en tu país y en América Latina?

Lo que se conmemora este año, Gaby, es la creación de la organización que se llamó MNT (movimiento de la nueva trova). Esto sucedió en la ciudad de Manzanillo, en diciembre de 1972, por acuerdo de un segundo encuentro de jóvenes trovadores. Lo cierto es que nuestra generación hacía cinco años que hacía canciones y se relacionaba. Pero institucionalizarnos nos permitió hacer festivales y encuentros en diferentes lugares del país, hacer giras, intercambiar canciones, ideas, vincularnos a otras formas de hacer música. También por entonces se hizo un programa de televisión semanal y trabajamos para galas artísticas que celebraban fechas sobre todo patrióticas. El hecho de ser un movimiento, una organización, quizá no nos hizo mejores artistas (eso era algo que le correspondía a cada cual como esfuerzo individual) pero nos dio un nombre y, sobre todo para el exterior de Cuba, nos convirtió en una referencia del proceso revolucionario.

2.¿Qué ha pasado con el cubano y las cubanas de a pie en estos 40 años, y qué ha pasado también con el “Silvio de a pie” que en 1972 dio el acta de nacimiento a la Nueva Trova?

Pues han pasado muchas cosas, dependiendo de las características de cada cubano, de lo que haya logrado superarse, y también de la suerte que haya tenido. Yo no hice el acta de nacimiento de la organización que se fundó en 1972. Sólo fui uno de los muchos trovadores que estuvimos allí y vimos en aquello la posibilidad de hacerle justicia a mucho talento que había desperdigado por la isla. Por entonces los viejos trovadores eran los artistas peor pagados de toda la cultura. Nuestra intención al apoyar aquella idea era hacer justicia a todo el mundo, por eso en nuestros festivales participaban músicos de diversas edades y estilos.
Respecto a mi, en estos 40 años he cambiado, sobre todo de aspecto. En ideas puede que también haya madurado un poco, pero básicamente continúo convencido de lo mismo que entonces: la necesidad de justicia social que sembró en mi la Revolución de 1959. Otra cosa que no he abandonado es la preocupación por superarme y por ser útil. Entonces lo veía como la forma de conseguir un arte a la altura de la instrucción que pretendía mi país, y que sin dudas después consiguió. Hoy día, tratando de hacer lo mismo, realizo dos conciertos todos los meses en los barrios más necesitados, en zonas periféricas donde el trabajo cultural, lamentablemente, no suele abundar.


3.Del trovador popular Sindo Garay -sin duda una de tus raíces musicales como lo has dicho en muchas ocasiones- a la música que la juventud cubana escucha hoy en la isla, ¿qué camino ha recorrido la canción, incluida la tuya, en estas cuatro décadas?

En estos momentos hay mucho hip-hop en Cuba, y salsa, y reguetón, y música de cámara, sinfónica y coral. Somos un país multimusical. Y por supuesto la trova también conserva su vigencia. No te puedo decir que sea la música más divulgada, pero sí que hay programas, incluso de televisión, que difunden sobre todo a los más jóvenes. También siguen existiendo peñas. El Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, que dirige Víctor Casaus, abrió espacios importantes para los trovadores y lleva más de diez años grabando sus conciertos.

4.De las más de 540 canciones de tu autoría, ¿existe alguna preferida por ti, que te siga emocionando al cantarla? Y al contrario, ¿hay algún tema que ya no te inspire cantar, o que te arrepientas de haber escrito?

A veces hallo frases, o notas, o acordes, expresiones que me hubiera gustado que me salieran más logradas, pero hasta el día de hoy no me arrepiento de ninguna canción que haya escrito.

5.Tu nombre, desde el nacimiento de la Nueva Trova, se ha asociado siempre al de Pablo Milanés, por haber sido una suerte de embajadores culturales de la revolución cubana. Y por eso esta pregunta es inevitable: ¿Cómo interpretas la salida de Pablo de Cuba para establecerse en España? ¿Consideras que sus duras críticas al gobierno cubano lo convierten en un desertor, en un traidor?

Las andanzas que evocas ocurrieron hace más de un cuarto de siglo. Y sin duda eran otros los que nos veían como “embajadores culturales”. Nosotros nos veíamos como dos trovadores que se juntaban para hacer presentaciones. Constantemente yo hacía lo mismo con Noel Nicola, o con Vicente Feliú. Por otra parte, siempre he considerado que todos tenemos derecho a vivir donde queramos. Tengo gente querida en muchas partes, empezando por la Florida. Yo viví todo un año en París y no creo que eso me haya convertido en algo feo.

6. Son conocidas tus críticas a la burocracia, la ineficiencia y hasta la indolencia de la población cubana frente al trabajo, por no hablar de los grandes retos que el mando cubano sigue advirtiendo hay todavía por delante para mejorar el nivel de vida en la isla. ¿A qué atribuyes esta actitud? ¿A que no existe la competencia que motiva el “sálvese quien pueda” del capitalismo? Porque si es un asunto idiosincrático, como país, como cultura, el pronóstico de mejora puede ser muy pesimista…


La crítica no es patrimonio del antagonismo. Nada logra avanzar sin examinarse. Y respecto a la competencia: emular es bueno porque despierta el deseo de superación. Reventar al rival ya es otra cosa. Hay que buscar la dosis de iniciativa que saque lo mejor y pare lo peor de nosotros mismos. Hay que intentar el equilibrio, posiblemente con leyes y con mecanismos que la sociedad controle y verifique. Y si hay que controlar y verificar a esos mecanismos, pues hay que hacerlo. Hasta ahora el hemisferio occidental solo conoce sociedades de conceptos opuestos. Los fallos de los extremos tienen que arrojar alguna enseñanza. Si no, somos imbéciles.

7.Hace 40 años tenías 25. Te has mantenido fiel a tus ideas y al liderazgo de la revolución, con Fidel y Raúl Castro a la cabeza. ¿Cómo imaginas será Cuba en los próximos 30 años?


Espero que sea como lo deseen los que la vivan.


Tomado de Segunda Cita

domingo, 29 de julio de 2012

Poeta, amigo, mentor...

                                               A Luis Suardíaz
                                                la vez primera en un recital poético,
                                                           tras su muerte


Sola estoy entre todos

Sola voy,
          desconocida
un rostro, 
    una presencia,

alguien que alguna vez
     les presentaron...

Caras que reconozco

Nombres, libros.

Entre ellos voy

          Sola

         Desconocida

Te busco

Nunca más estarás

Rosa C. Báez

sábado, 28 de julio de 2012

Cuándo?

Me faltas


Me faltas
         como el aire...


El asiento vacío a mi costado
es una mueca
                           cruel
un reproche,
un silencio...

Me faltas.


¿Qué hago yo aquí
                        sin tí,
        necesitándote..


          furiosa y despechada,
necesitándote...

solitaria y tan frágil,

vulnerable,
          necesitándote... 

                     Rosa C. Báez

Cuidado

Cual colmada copa
                                 de hiel,
resquebrajada,


sin siquiera quererlo
voy destilando...


Más, a  cada nueva pena
de nuevo cólmase 
                   la copa


Duele la herida


Duele ese lento,
         infinito,
destilar.

Algún día
       definitivamente
se quebrará la copa.

Cuídate de la 
                hiel
 que 
      se
          derrame

 Rosa C. Báez
27 06 2007

¿Haikú? desesperado

Era un hermoso amor





Es cierto


Era...
   
    Rosa C. Báez
    28 09 2005

Estaciones

Una a una
ilusiones y ansias
revolotean
           en el aire de
un verano estival.


          En veloz remolino
dan vueltas,
se levantan
       caen...


Es otoño en mi alma


                   Rosa C. Báez
              29 07 2005

Oración como un reproche

¡Tan poco te pedí, Señor!


Sólo un lugar, Señor,
     sólo un hogar pedí...


Sólo un amor, Señor,
     sólo un amor soñé.


Sólo la paz, Señor,
     sólo la paz...


Sólo aquel "tibio, perfumado rincón
           donde esconder mi rostro"


Sólo...


¿Recuerdas tú, Señor, mis oraciones?

¡Nunca te pedí más!

Sólo un rincón,
        un corazón,
           una esperanza...

¡Nada más, Señor!

¿¿Y me lo niegas???


                     Rosa C. Báez 
                       22 06 2005




jueves, 28 de junio de 2012

"Se me ha muerto como del rayo..."

Hace apenas dos días supe la noticia, a través del hijo de uno de mis más amados compañeros de la Biblioteca Nacional, Ramón Gutiérrez... corrí a revisar la web y encontré apenas una nota en el Periódico Granma... Sentí demasiado dolor al conocer la pérdida como para ahondar en ella siquiera recordándolo... Hoy, más conforme con esa triste ley de la vida que nos roba a aquellos que amamos, quiero compartir unas breves palabras sobre uno de los hombres que más he admirado en la vida...

Cuando inicié mis estudios en la Escuela de Técnicos de Biblioteca (aún no con carácter nacional), era Sidroc Ramos director de la Biblioteca Nacional y el Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas... nunca crucé con él más de un protocolar y respetuoso saludo... un año después, a unas semanas de iniciada mi práctica pre profesional en la Biblioteca Pública de Guanabacoa, que entonces radicaba en el Liceo de ese Municipio, me encontré con Sidroc acompañado de su familia, en el Cine Yara... y respetuosamente lo saludé. De inmediato se detuvo y me interpeló por mi nombre: "Qué tal, Rosa Báez, cómo te va en la Biblioteca de Guanabacoa?"... Para la joven de apenas 19 años que era yo, el deslumbramiento fue total... ¿cómo un hombre de sus responsabilidades recordaba a una simple alumna de una dependencia del Sistema, apenas graduada de primer curso?  Pensé que era una simple casualidad...

Después tuve la dicha de que mis primeros años como trabajadora del SNBP fueran en la propia Biblioteca Nacional, a la que quedé anclada por 35 fructiferos años... allí pude conocer de su profundo interés por la Biblioteca, allí pude aprender cómo alguien que no era bibliotecario, podía amar y reeivindicar esa profesión, valores que pude nuevamente conocer en otro de mis Directores, Eliades Acosta Matos... allí pude entender que aquel encuentro de mi juventud no había sido fruto de la casualidad, si no del interés de Sidroc por todos y cada uno de los "factores" que incidian en el trabajo bibliotecario...

Nunca olvidaré a este gran hombre y nunca dejaré de reverenciarlo

Les comparto el vínculo a un trabajo que dediqué a esta foto que incluyo, la nota de Granma, algunos comentarios sobre Sidroc poeta y mi poema preferido de su autoría... y mi dolor ya para siempre...
 



Adiós a Sidroc Ramos, combatiente y poeta

A los 86 años de edad falleció el domingo [17 de junio de 2012] en La Habana, Sidroc Ramos (Sancti Spíritus, 1926), combatiente y poeta, que consagró su vida a las luchas revolucionarias y a la cultura de su país.

Militante del Partido Socialista Popular, director de la Escuela de Instrucción de la organización comunista y redactor del periódico Noticias de Hoy, a fines de los años 50 se incorporó a la guerra de liberación en el territorio del Escambray, bajo las órdenes del Che Guevara. Por sus méritos terminó la campaña con el grado de capitán del Ejército Rebelde.

Tras el triunfo revolucionario fue director de la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos, rector de la Universidad de Las Villas, Director de la Biblioteca Nacional. Dedicó una parte importante de su vida profesional al Ministerio de Relaciones Exteriores, donde se desempeñó como Director para los Países Socialistas de Europa y embajador en la entonces República Socialista de Checoslovaquia.

Paralelamente desarrolló la creación literaria. Entre sus obras figuran los poemarios Cuadragésimo año (Ediciones Unión, 1970); Viaje de ida y vuelta (Ediciones Unión, 1977) y Sigas pasando (Editorial Letras Cubanas, 1983).

Al valorar la cosecha literaria de Sidroc, el crítico Virgilio López Lemus ha dicho: "Es un poeta que ha mantenido el fuego de la vocación lírica durante toda su vida. (... ) La poesía de Sidroc plantea una sostenida relación con la eticidad, que se manifiesta en detalles de las circunstancias, sin que la pueblen angustias metafísicas".

Su cadáver fue cremado y [recibió] merecidos honores en el Panteón de los Veteranos, del Cementerio de Colón.

Virgilio López Lemus:


Sidroc Ramos es un hombre de nuestra historia reciente por su espléndida biografía, asimismo es un poeta que ha mantenido el fuego de la vocación lírica durante toda su vida. Ramos presenta Pase a tierra (Colección Sur), un conjunto de poemas en los que resalta su peculiar verso libre de variado registro, entre el texto que se acerca al coloquio, casi prosa, como en "Diálogo con una cabra ejecutada", o un sabio endecasílabo blanco, tan funcional en "Retrospectiva de un héroe anónimo". La poesía de Sidroc plantea una sostenida relación con la eticidad, que se manifiesta en detalles de las circunstancias, sin que la pueblen angustias metafísicas. Quizás el mejor texto del libro sea una elegía: "A tí en tu nube de ambular Samuel Feijóo", donde hace homenaje al maestro de Beth-el y de Faz. Véase un fragmento del duro, difícil poema que es "Hacia el primer no día", en el que un hombre se enfrenta a la muerte violenta con dignidad y valentía. "Soy uno más (y quedo en uno menos) / nada capaz de despoblar el Globo / por el que tan escandalosos o / asordinados genocidios corren"
Anatomía superior
Sidroc Ramos

De cuantas partes consta el cuerpo humano,
mi niña, no es una cuestión
a la que responder precipitadamente.

En la anatomía de la infancia
-hueso
blando-la cabeza, el
tronco y las extremidades bastan.

Anota esta omisión en tu libreta:
La parte principal del organismo
humano es el amor.

Sin las extremidades se anda.
Cabeza y tronco en vuelo de ceniza,
el hombre puede comprimir edades,
criar timbres insólitos
Y arder-altas columnas que sean llamadas
desapacibles Pero...
si se te atrofia el justo amor
que debes a los hombres, ¿vives?,
y lo peor, ¿te atreves ,
eres capaz de bienmorir, sin la
tranquilidad de lo cumplido?
No, no. No puedes.

Amor hace los órganos.
Amor vierte la sangre de su historia.
Amor hila sus nervios y ama su metal
en esqueleto de coraje.

La buena muerte, los martirios, la
vida porfiada al fuego de la lucha: es todo
básicamente amor…..

Vamos hacer una pequeña corrección
a tu primera anatomía:
Amor, cabeza, tronco, extremidades…

viernes, 13 de abril de 2012

Hoy me pesa la vida


De Nechy Dorado
 
De pronto me parece que me pesa la vida.
             Se me apagan las rosas,
             se oxidan las camelias
mojadas por mis lágrimas que quise, sean  caricias.

De pronto me aparece la luna apelmazada,
              entre lucero ausente
              y aire que se ahuma
revolcando a esta alma entre alambres de púas.
  Regresan revoltijos de recuerdos pasados
que estaban enterrados, o al menos yo creía.
              Llegaron galopando de nuevo en esta espalda
              encallada, partida, que ya ni siento mía.
Bailando entre las llagas que abrieron, algún día.
  Canto mi marcha fúnebre aunque se que estoy viva
¡Se hace mi verso tan triste, desabrido,
en esta tarde triste de llovizna y esquirlas!
   Aunque sigue la vida su baile cotidiano,
hoy me pesa la vida
Y me lastima… entre una luna seca, desabrida.

sábado, 17 de marzo de 2012

Fidel

Rodeas como el sol las colinas de la aldea
jamás ocultas el viento o las semillas temblorosas de la noche
los hombres se reúnen para oírte
tu voz es tan dulce como el primer aguardiente soñado de la tierra
y a pesar que soportas como el trigo los silencios y las calumnias de los días
sonríes cuando las sombras se esconden en la lluvia
o cuando los sueños no desatan tempestades o uvas en el fuego
por eso hablas con el pueblo
cantas con los niños
discutes con la hoguera
te enfrentas al mundo como un caballo salvaje por el cielo
el viento las flores las raíces te ofrecen sus moradas en el huerto
pero prefieres mirar al sol crecer
                                               como una naranja
en los patios alegres del colegio



Juan Cristóbal, peruano. Premio Nacional de Poesía, 1971.

jueves, 8 de marzo de 2012

Los Puentes de Madison

 

Los goznes estaban quebrados

mis súplicas como té helado en la garganta

cuando llegaste con otro mundo a cuestas

hablando de olores en este mediterránea llamado Iowa.


Yo apagué la lámpara cuatro noches

pero no me atreví a cruzar los caminos.

Estoy clavada en mi propia cruz

con la pulcritud de las mariposas

clavada en la madera

                   en las cenizas

como los puentes de Madison.

De Reinaldo Cedeño; periodista y poeta cubano: acaba de recibir el Premio Hermanos Loynaz de Poesía. El libro premiado, POEMAS DEL LENTE, combina dos pasiones, la literatura y el cine. Los poemas toman inspiración en películas clásicas y contemporáneas.

sábado, 14 de enero de 2012

Acta

De Roque Dalton, poeta y revolucionario salvadoreño

En nombre de quienes lavan ropa ajena
(y expulsan de la blancura la mugre ajena).

En nombre de quienes cuidan hijos ajenos
(y venden su fuerza de trabajo
en forma de amor maternal y humillaciones) .

En nombre de quienes habitan en vivienda ajena
(que ya no es vientre amable sino una tumba o cárcel).

En nombre de quienes comen mendrugos ajenos
(y aún los mastican con sentimiento de ladrón).

En nombre de quienes viven en un país ajeno
(las casas y las fábricas y los comercios
y las calles y las ciudades y los pueblos
y los ríos y los lagos y los volcanes y los montes
son siempre de otros
y por eso está allí la policía y la guardia
cuidándolos contra nosotros).

En nombre de quienes lo único que tienen
es hambre, explotación, enfermedades,
sed de justicia y de agua,
persecuciones, condenas,
soledad, abandono, opresión, muerte.

Yo acuso a la propiedad privada
de privarnos de todo.